sábado, 15 de marzo de 2008

Nuestra historia con educación

La educación está garantizada para todos los españoles. Pero para todos los españoles sin diversidad funcional, falta poner en la ley.

La educación tiene que garantizar que todos los niños lleguen al máximo de su potencial, tanto intelectual como de autonomía como social. Pero esto sólo se garantiza para los niños sin diversidad funcional.

Los niños con diversidad funcional ven su derecho a la educación vulnerado en el momento en que no se garantiza su educación en igualdad de oportunidades. Integración no es igual a que los niños con diversidad estén en aulas normalizadas sin apoyos. Integración, mejor dicho inclusión, es igual a darle todos los apoyos materiales y humanos necesarios para que ese niño esté dentro del aula en igualdad de oportunidades que el resto, que no quiere decir que tenga que tener el mismo currículo que los demás.

Este ha sido nuestro objetivo. Que el colegio no sea una guardería para nuestro hijo.

Dani pasó los dos primeros años de escolarización integrado. Todo un desastre. Una profesora estresada, un niño estresado y unos padres igual de estresados.

Esto tenía que cambiar. Y una gran profesional nos aconseja que cambiemos de escolarización y que pidamos para nuestro hijo el aula específica.

En un primer momento esto puede parecer una contradicción. Hablamos de inclusión y pedimos un aula específica... La explicación es que Infantil era privado. No teníamos derecho a reclamar nada a Educación. El aula específica era concertada, y nos habíamos estudiado la ley de educación en lo referente a este tipo de escolarizacion, que muy lejos de la creencia general de que los niños de ese aula no salen de ella o sólo para integrarlos en plástica o gimnasia, la ley dice que estarán integrados el máximo tiempo que puedan estarlo. Estaba claro. Dani con los apoyos adecuados podía estar el máximo tiempo integrado, y ahora sí dependía de Educación.

La primera traba era conseguir aula específica para un niño de Infantil. Educación no está muy por la labor. Fuimos directamente a la encargada de este tema en la Delegación de Educación.
Se le rompieron todos los esquemas: unos padres que piden el aula específica... Nos explicó que estábamos marcando a nuestro hijo de por vida, nos dio muchos consejos... pero nosotros sabíamos que eramos quienes conocíamos a nuestro hijo y que nadie, que ni siquiera sabe como es su cara, iba a decidir lo mejor para él. Así que esa persona dejaba la decisión en el equipo que hiciera el dictamen de escolarización, que sin nuestra firma no tendría validez.
El dictamen no podía ser otro: Aula específica.

Seguirá....

1 comentario:

Inma Cardona dijo...

Creo que desde Educación se debería hacer algo, respecto a conceptos como integración e inclusión. Para muchos maestros tanto de centros ordinarios como de educación especial, integración significa, que el niño tenga un leve retraso y por supuesto que sepa estar sentadito en la silla sin molestar, en otros casos consideran la integración como un mero acto de presencia. Preguntas como ¿qué clase de integración es esa, dándole apoyos? Como si fuera darle ventajas ante el resto de alumnos!. Hay que incidir en estos conceptos porque si partimos de una base erronea, no llegaremos a ningún sitio. Más abrazos Inma