El lunes empezó Dani con su asistente personal por las tardes.
Algo tan esperado y ansiado de pronto nos vuelve inseguros... ¿irá bien? ¿cómo reaccionará Dani? ¿nos sentiremos incómodos? ¿y Noe qué pensará?...
El lunes fue la toma de contacto. Vino con nosotros a llevar a Dani a Equipo Sidi, a terapia, y a que conociera su terapeuta. Estuvo un poco hablando con ella y viendo a Dani y ya quedamos para el día siguiente.
Esta semana hemos hecho nuestra vida normal, de manera que Fali (así se llama el ap) pudiera tomar contacto también con la gente que normalmente nos relacionamos y con las cosas que hacemos cada tarde.
El balance de la semana es positivo, a pesar de que creo que todos hemos sentido una mezcla de sensaciones y sentimientos a veces contradictorios. No es fácil que de pronto aparezca alguien ajeno a la familia y participe de las actividades de ella. Es incómodo, tanto para él como para nosotros. Una sensación extraña.
A la vez que aparecen esos sentimientos, el día a día nos ha ido mostrando que es mucho más lo positivo que tiene la asistencia personal que lo negativo. No han sido muchos días, pero en tan sólo 4 días hemos hecho cosas que no las habíamos realizado en estos 8 años. Eso vale más que la pérdida de intimidad.
El que Dani tenga ap, nos ha hecho descubrir, que por mucho empeño que pongan unos padres en no sobreproteger, caemos en ello de manera inconsciente. Es muy distinto cómo el ap atiende a Dani a como lo hacemos nosotros... el ap lo hace más en la distancia, nosotros muy de cerca. Nunca hemos creído que fuéramos sobreprotectores y sin embargo ahora creo que es algo innato a los padres.
También nos ocurre que nos cuesta delegar... estamos tan acostumbrados a estar todo el día pendientes de Dani que ahora tenemos que hacer un esfuerzo para no estarlo. El viernes en la piscina el mismo ap nos dijo: "A relajaros que para eso estoy yo". Pues fue meterse Dani en el agua y allí estábamos los dos en el borde. Por supuesto que nos tumbamos al sol... Daniel y yo nos mirábamos allí tumbados los dos como si eso no fuera posible.
Para Noe también ha sido un cambio. Acaba de cumplir seis años. Ella sabe lo que es un ap y que Dani lo iba a tener, pero cuando se ha hecho realidad le está costando también adaptarse. Ella es tímida, le cuestan los primeros contactos, por lo que tener a alguien extraño en la casa le incomoda. Al mediodía, en la comida, ya está preguntándome cuándo viene Fali; si Fali viene en el coche que dónde se va a sentar (para que no se siente detrás con ellos). Le hablamos mucho, le decimos que en poco tiempo ya verá como a ella le gustará estar con Fali. Cada cosa que hacemos con ella gracias a que Dani está con el ap se la recalcamos, de manera que ella también vea lo positivo de que él esté.
En fin...periodo de adaptación para toda la familia. Pero de todas todas, este el el recurso idóneo para Dani, de eso no nos cabe la menor duda.
Algo tan esperado y ansiado de pronto nos vuelve inseguros... ¿irá bien? ¿cómo reaccionará Dani? ¿nos sentiremos incómodos? ¿y Noe qué pensará?...
El lunes fue la toma de contacto. Vino con nosotros a llevar a Dani a Equipo Sidi, a terapia, y a que conociera su terapeuta. Estuvo un poco hablando con ella y viendo a Dani y ya quedamos para el día siguiente.
Esta semana hemos hecho nuestra vida normal, de manera que Fali (así se llama el ap) pudiera tomar contacto también con la gente que normalmente nos relacionamos y con las cosas que hacemos cada tarde.
El balance de la semana es positivo, a pesar de que creo que todos hemos sentido una mezcla de sensaciones y sentimientos a veces contradictorios. No es fácil que de pronto aparezca alguien ajeno a la familia y participe de las actividades de ella. Es incómodo, tanto para él como para nosotros. Una sensación extraña.
A la vez que aparecen esos sentimientos, el día a día nos ha ido mostrando que es mucho más lo positivo que tiene la asistencia personal que lo negativo. No han sido muchos días, pero en tan sólo 4 días hemos hecho cosas que no las habíamos realizado en estos 8 años. Eso vale más que la pérdida de intimidad.
El que Dani tenga ap, nos ha hecho descubrir, que por mucho empeño que pongan unos padres en no sobreproteger, caemos en ello de manera inconsciente. Es muy distinto cómo el ap atiende a Dani a como lo hacemos nosotros... el ap lo hace más en la distancia, nosotros muy de cerca. Nunca hemos creído que fuéramos sobreprotectores y sin embargo ahora creo que es algo innato a los padres.
También nos ocurre que nos cuesta delegar... estamos tan acostumbrados a estar todo el día pendientes de Dani que ahora tenemos que hacer un esfuerzo para no estarlo. El viernes en la piscina el mismo ap nos dijo: "A relajaros que para eso estoy yo". Pues fue meterse Dani en el agua y allí estábamos los dos en el borde. Por supuesto que nos tumbamos al sol... Daniel y yo nos mirábamos allí tumbados los dos como si eso no fuera posible.
Para Noe también ha sido un cambio. Acaba de cumplir seis años. Ella sabe lo que es un ap y que Dani lo iba a tener, pero cuando se ha hecho realidad le está costando también adaptarse. Ella es tímida, le cuestan los primeros contactos, por lo que tener a alguien extraño en la casa le incomoda. Al mediodía, en la comida, ya está preguntándome cuándo viene Fali; si Fali viene en el coche que dónde se va a sentar (para que no se siente detrás con ellos). Le hablamos mucho, le decimos que en poco tiempo ya verá como a ella le gustará estar con Fali. Cada cosa que hacemos con ella gracias a que Dani está con el ap se la recalcamos, de manera que ella también vea lo positivo de que él esté.
En fin...periodo de adaptación para toda la familia. Pero de todas todas, este el el recurso idóneo para Dani, de eso no nos cabe la menor duda.
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